¿Sueña la UAB con ovejas eléctricas?
Somos, probablemente, la generación que soñaron Julio Verne y Philip K. Dick. Aquella capaz de viajar de la Tierra a la Luna, recorrer miles de leguas submarinas o descubrir secretos del mismo centro de la Tierra. Hemos visto cosas que nuestros ancestros no creerían, y, a la vez, nuestro ánimo puede ser completamente influido por un simple mensaje aparecido en la pantalla de nuestro móvil. Nos debatimos como nunca entre la expectación por los nuevos avances tecnológicos y la consciencia por los riesgos que puedan acarrear a nuestra civilización.
Alrededor de la Inteligencia Artificial (IA) giran muchos de estos sentimientos encontrados, por lo que no deja de sentirse una auténtica paradoja al contrastarlo con el hervidero de actividades, nuevas líneas de investigación y proyectos de innovación relacionados con este campo de conocimiento que crecen exponencialmente cada año en la Esfera UAB.
La relación del Campus de Bellaterra con la IA tiene ya varias décadas, anterior a dos hitos que podríamos llamar fundacionales: la creación del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC) en el año 1994 y la del Centro de Visión por Computador (CVC) al año siguiente. Con líneas de Investigación diferentes pero complementarias, el primero se centró en aspectos más fundamentales de la IA como la Lógica y el Razonamiento, el Aprendizaje Automático y los Sistemas Multiagente. El segundo, en aspectos más aplicables de la detección e interpretación de imágenes digitales. Ambos se han posicionado como referencia a nivel nacional e internacional, nutriendo de talento a empresas tecnológicas líderes.
Estos centros no sólo han colaborado entre ellos desde sus inicios, sino que la multidisciplinariedad del Campus de Bellaterra ha permitido conectarlos de manera natural con muchos proyectos I+D de otras áreas del conocimiento a lo largo de estos años. Nombraré algunos ejemplos:
- La Draga, una reconstrucción, simulación e inmersión en un metaverso de experimentación de la vida en un poblado neolítico, a partir del conocimiento del Departamento de Prehistoria de la UAB.
- Interpretación de partituras musicales antiguas con el Departamento de Musicología para ayudar a la preservación, catalogación y difusión de estos documentos que se salen fuera de los parámetros estándar de las tecnologías OCR.
- dAIry 4.0, un proyecto europeo donde participa el Servicio de Nutrición y Bienestar Animal donde se busca mejorar la gestión de las granjas lecheras mediante IA, desarrollando un sistema avanzado para clasificar individualmente a las vacas y optimizar el proceso de ordeño automatizado.
Fruto de esta actividad investigadora, en el Parc hemos dado apoyo a la creación y crecimiento de varias empresas que usan tecnologías y conocimientos de la IA como parte de su valor de negocio. En áreas como la monitorización de la calidad de recursos medioambientales (Ctrl4Enviro), la logística portuaria (AllRead), la seguridad perimetral (Davantis), entre otras.
Con la explosión de las herramientas generativas, la UAB ha impulsado comisiones de trabajo, empezando por el pilar de la Docencia y, recientemente, con la parte investigadora: el 16 de mayo se reunieron una cincuentena de miembros de la comunidad universitaria donde se trabajaron 3 cuestiones:
- La regulación actual de la IA, donde el grupo ALI&R (Artificial Legal Intelligence & Robotics) mostró la importancia de los trabajos en leyes que va a ser necesario tener en cuenta en toda competencia académica, laboral y social donde esté implicada la IA, para evitarnos revivir las novelas del Sr. Dick y otras distopías.
- Nuevas áreas interdisciplinares de trabajo en IA: presentando proyectos de creación de un ecosistema I+D de los eventos musicales a través de la Cátedra UAB-Cruïlla (reinventando las ciudades efímeras); o identificar los cambios culturales que ha de enfrentar la adopción de las tecnologías en IA (como el cuidado de nuestros mayores por robots); y la mejora del bienestar del ganado en la producción animal mediante el soporte de nuevas herramientas IA, como, por ejemplo, las que desarrolla otra empresa adherida del Parc, AWEC, con su «traductor de mugidos».
- La Estrategia IA de la UAB, que ha de ser interdisciplinar, colaborativa y responsable, y que debe contar con la participación de la Comunidad UAB junto a su entorno, y apoyada por su Equipo de Gobierno, actual y futuro.
El Parc está ahí, en los diferentes frentes de trabajo que conectan esta iniciativa con la sociedad, en iniciativas como el programa de formación en IA aplicada a la Industria AI4ALL o el Programa de Enlace con la Industria de la Cátedra UAB-Cruïlla, mencionada antes.
¿Soñamos entonces en la UAB con ovejas eléctricas? Más bien no: la intención de este artículo ha sido mostrar nuestra mirada transversal al desarrollo y aplicación de la IA, en todas las áreas posibles que cubre el conocimiento de nuestros centros de investigación, articulada alrededor de nuestra misión hacia la sociedad. Una estrategia donde la sostenibilidad, la ética, la inclusión y la accesibilidad tengan cabida en un mundo donde los datos nos sobrepasan todos los derechos. En fin, preferimos que la IA nos ayude a preservar esas ovejas naturales que nos han acompañado en el Campus desde hace décadas y, junto a ellas, que el avance de nuestra civilización siga siendo una aventura emocionante compartida por todos.